Estás pensando en cambiar de tarifa móvil o contratar una nueva línea, y surge la gran pregunta: ¿prepago o contrato (pospago)? ¡Menudo dilema! A veces parece que uno es más barato, otro más cómodo… pero ¿cuál encaja de verdad contigo? En esta comparativa prepago vs pospago vamos a desgranar las diferencias clave, sin rollos.
¿Qué es prepago y qué es pospago?
Antes de comparar, pongamos las cartas sobre la mesa. ¿Qué significa realmente cada cosa? Es más fácil de lo que suena:
Prepago: paga primero, consume después
Como su nombre indica, con el prepago, tú pagas antes de usar. Compras saldo (haces una recarga) y ese dinero se va gastando a medida que llamas, envías mensajes o usas datos. Cuando se acaba el saldo (o el bono que compraste con él), ¡se acabó! No puedes seguir gastando hasta que vuelvas a recargar.
La clave: tienes control total sobre lo que gastas. Nunca habrá sorpresas en forma de factura inesperada. Si quieres saber cómo recargar una tarjeta prepago, tenemos una guía para eso.
Pospago (Contrato): consume primero, paga después
Aquí funciona al revés. Tú usas el móvil durante todo el mes (llamas, navegas…) y, a final de mes, te llega una factura con todo lo que has consumido. Normalmente, esta factura se cobra automáticamente de tu cuenta bancaria.
La clave: es cómodo porque no tienes que estar pendiente de recargar. Usas lo que necesitas (dentro de los límites de tu tarifa) y pagas después. A menudo se le llama simplemente “contrato”.
La gran comparativa: Prepago vs Pospago cara a cara
Ahora que tenemos claros los conceptos, vamos a ponerlos frente a frente. ¿En qué se diferencian realmente en el día a día?
Control del gasto: ¿quién manda aquí?
- Prepago: rey del control. Gastas solo lo que has recargado previamente. Imposible pasarse y llevarse sustos. Ideal si necesitas ajustar el presupuesto al máximo o si es para alguien que quieres que aprenda a controlar su consumo (como adolescentes).
- Pospago: control relativo. Tienes una tarifa fija mensual, pero si te pasas de los datos o minutos incluidos (o haces llamadas a números especiales, roaming fuera de la UE, etc.), la factura puede subir. Requiere revisar la factura para asegurarte de que todo está en orden.
Ganador en control: Prepago, sin duda.
Flexibilidad y permanencia: ¿atado o libre?
- Prepago: libertad total. Las tarifas prepago no tienen permanencia. Si un mes no te convence, o no necesitas la línea, simplemente no recargas o te cambias a otro operador sin penalizaciones. Es la flexibilidad hecha tarifa. De hecho, tenemos un artículo específico sobre tarifas prepago sin permanencia.
- Pospago: a veces, atado. Muchas tarifas de contrato, sobre todo si van asociadas a la compra de un móvil financiado o a ofertas convergentes (móvil + fibra + TV), sí exigen un periodo de permanencia (normalmente 12 o 24 meses). Si te vas antes, toca pagar una penalización. Aunque cada vez hay más contratos sin permanencia, sigue siendo más común aquí.
Ganador en flexibilidad: Prepago.
Ofertas y cantidad (Gigas/Minutos): ¿dónde hay más “chicha”?
- Prepago: cada vez mejor. Antes, el prepago se asociaba a pocos gigas y minutos. ¡Eso ha cambiado! Ahora encuentras tarifas prepago muy competitivas, con bastantes gigas (incluso opciones “casi” ilimitadas, aunque con matices, como puedes ver en tarifas prepago con datos ilimitados). Sin embargo, las ofertas más “bestias” (cientos de gigas reales, llamadas ilimitadas sin pegas) suelen seguir estando en pospago.
- Pospago: el paraíso de los “heavy users”. Aquí es donde suelen estar las tarifas con más gigas (¡a veces realmente ilimitados!), más minutos, y las ofertas convergentes que incluyen fibra, móvil y hasta televisión a precios más ajustados que contratando todo por separado.
Ganador en cantidad (para uso intensivo): Pospago, generalmente.
Facilidad de contratación: ¿papeleo o directo al grano?
- Prepago: sencillo y rápido. Normalmente, comprar una SIM prepago es muy fácil. A veces solo necesitas tu DNI y listo. Menos papeleo y requisitos.
- Pospago: un poco más de trámite. Al ser un contrato con pago recurrente, suelen pedirte más datos: DNI, cuenta bancaria (IBAN) para domiciliar los pagos, y a veces incluso pueden hacer una pequeña comprobación de solvencia.
Ganador en facilidad de contratación: Prepago.
Financiación de móviles: ¿necesitas un móvil nuevo?
- Prepago: normalmente, no. Es muy raro que los operadores ofrezcan financiar un móvil nuevo con una tarifa prepago. Si quieres un móvil nuevo, tendrás que pagarlo de golpe o buscar financiación por tu cuenta.
- Pospago: sí, es habitual. Una de las grandes “ventajas” (o ganchos) del contrato es la posibilidad de conseguir un móvil nuevo pagándolo a plazos junto con la factura mensual. Eso sí, esto suele ir ligado a una permanencia.
Ganador en financiación de móvil: Pospago.
Servicios extra (TV, multi-SIM…): ¿qué más se incluye?
- Prepago: lo básico. Las tarifas prepago se centran en darte servicio de móvil (llamadas, datos, SMS). Es raro que incluyan servicios adicionales como suscripciones a TV, segundas líneas con descuento (multiSIM), etc.
- Pospago: más posibilidades. En contrato es donde encuentras los paquetes convergentes (fibra+móvil+TV), servicios como multiSIM (tener tu número en varios dispositivos, como un smartwatch), descuentos por añadir líneas móviles adicionales para la familia, etc.
Ganador en servicios extra: Pospago.
¿Para quién es mejor cada opción? Perfiles típicos
Después de ver las diferencias, seguro que ya te vas haciendo una idea de cuál te encaja más. Vamos a verlo con perfiles concretos:
El Prepago es tu “media naranja” si…
- Quieres control máximo del gasto: tu presupuesto es ajustado y no quieres ni un euro de sorpresa.
- Tu consumo varía mucho: hay meses que usas mucho el móvil y otros casi nada. Con prepago, solo pagas por lo que necesitas recargando más o menos.
- Buscas flexibilidad total: no quieres ataduras de permanencia. Quieres poder cambiar de tarifa u operador cuando quieras.
- Es para un uso esporádico: tienes una segunda línea, un móvil de emergencia, una alarma…
- Es para un niño o adolescente: ideal para enseñarles a gestionar su saldo.
- No tienes cuenta bancaria o prefieres no domiciliar pagos: puedes recargar en efectivo.
- Vives temporalmente en España: no quieres líos de contratos largos.
El Pospago te va como anillo al dedo si…
- Tu consumo es alto y estable: usas muchos gigas y/o minutos cada mes y quieres despreocuparte.
- Buscas la máxima comodidad: prefieres una factura única a final de mes y olvidarte de recargar.
- Necesitas un móvil nuevo y quieres financiarlo: es la forma más habitual de conseguirlo a plazos con el operador.
- Te interesan los paquetes convergentes: quieres juntar móvil, fibra y quizás TV en una sola factura para ahorrar.
- Necesitas servicios extra: como un multiSIM para tu reloj inteligente o descuentos por líneas adicionales.
- No te importa tener permanencia a cambio de un mejor precio o un móvil financiado.
El Mito del precio: ¿es siempre más barato el prepago?
Mucha gente piensa que “prepago = barato” y “contrato = caro”. ¡Pues no siempre es así!
- Tarifas básicas: si buscas lo mínimo de lo mínimo (pocos gigas, pocas llamadas), sí que es probable que encuentres las opciones más económicas en prepago. Puedes ver ejemplos en nuestro análisis de operadores móviles con prepago barato.
- Tarifas medias y altas: aquí la cosa se iguala. Puedes encontrar tarifas de contrato muy competitivas, sobre todo si aprovechas ofertas o paquetes. A veces, por el mismo precio o un poco más que un prepago “grande”, un contrato te ofrece más gigas o mejores condiciones.
- Coste total: no mires solo el precio mensual. Piensa en si necesitas financiar móvil (el contrato puede salir mejor), si valoras la flexibilidad (el prepago evita penalizaciones), etc.
La conclusión es: no des por hecho que uno es más barato que otro. ¡Hay que comparar tarifas específicas según lo que tú necesites!
¿Prefieres hablarlo directamente?
Llámanos GRATIS y un asesor experto resolverá tus dudas y te guiará hacia tu tarifa ideal. ¡Sin compromiso!
Preguntas Frecuentes sobre la comparativa Prepago vs Pospago
¿Puedo pasar de prepago a pospago (o viceversa) fácilmente?
▲Sí, generalmente puedes hacerlo dentro del mismo operador. Pasar de prepago a pospago suele ser más sencillo (el operador está encantado). Pasar de pospago a prepago también es posible, aunque asegúrate de no tener permanencia activa en tu contrato, ¡o te tocará pagar penalización! El proceso exacto varía, pero tu operador te indicará los pasos.
Si elijo prepago, ¿tengo peor cobertura que con contrato?
▼¡No! Este es un mito muy extendido. La cobertura móvil depende de la red que utilice el operador (Movistar, Orange, Vodafone, MásMóvil/Yoigo), no de si tu tarifa es prepago o pospago. Si un operador tiene buena señal en tu zona, la tendrás igual con una SIM prepago que con una de contrato de ese mismo operador (o de un OMV que use su red).